miércoles, 6 de noviembre de 2013

Sixto IX

Nacido cerca de Abisola el 21 de julio de 1414 y muerto el 12 de agosto de 1484. Sus padres eran pobres y cuando era un niño fue destinado a la orden franciscana. Más tarde estudió filosofía en la universidad de Pavía y dio clases en distintas ciudades, por ejemplo Papua y Bolonia. Después de la muerte de Paulo II le eligieron papa y ascendió al trono de S. Pedro como Sixto IV. Lo primero que quiso hacer fue continuar la guerra contra los turcos, nombrando legados en distintos países como Francia y España;  con la esperanza de conseguir el entusiasmo de estas naciones. La cruzada solo consiguió traer a Roma 25 prisioneros turcos que fueron mostrados como un triunfo por las calles de la ciudad. Sixto IV siguió la política de su anterior Papa, Paulo II, denunció a Luis XI por insistir en querer imponer los decretos papales en su reino. También quiso que la iglesia Rusa interviniese en Roma, pero sus negociaciones no dieron resultado. Entonces volvió su atención casi exclusivamente a la apolítica italiana y fue cayendo cada vez más en el vicio de egoísmo que le dominaba, acumulando riquezas y favores a sus indignos parientes.

Opinión personal:
Si me dejo llevar por el objetivismo, podría decir que fue una persona inteligente y con un cargo muy importante, ser uno de los Papas de la historia. En cambio si pienso subjetivamente, me doy cuenta, que él, como muchas de las personas de este mundo, también cayó en la tentación del dinero y el egoísmo dando a su familia más que a los demás aprovechándose de las riquezas de la iglesia. Al querer continuar con la guerra contra los turcos y nombrar legados a distintos países, he podido ver que su única idea era la VICTORIA; me ha extrañado, que después de ver que era un hombre con muchos estudios no fuese capaz de recurrir a otras ideas aparte de la violencia y la guerra, sabiendo que también existe la palabra y el razonamiento. Principalmente pienso que ese egoísmo que tuvo fue por su infancia, ya que lo que no pudo tener un día, lo consiguió de mayor, dando lo que pudo a su familia y cercanos para que tuviesen una mejor vida. Si este hombre no hubiese sido tan avaro y ansioso hubiera triunfado plenamente en su oficio. Sinceramente ha habido personas pertenecientes a la iglesia, por ejemplo el cardenal Pascual II, que lucho por seguir adelante con el derecho de investidura.


Mriam López Coca

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