San Agustín nació el 13 de noviembre de 354 en Tagaste, en 385 se
convirtió al cristianismo y falleció el 28
de agosto de 430. Fue un santo, Padre y Doctor de la Iglesia católica y el
máximo pensador del cristianismo del primer milenio. Dedicó gran parte de su
vida a escribir sobre filosofía y teología, unas de sus obras más conocidas
son: Confesiones y La Ciudad de Dios.
El tema central
del pensamiento de San Agustín es la relación del alma con dios, dice que el
alma fue perdida por el pecado y más adelante fue salvada por Jesús en la cruz.
A través de la reflexión San Agustín encontró a Dios y a
través de él encontró la paz, se dio cuenta de que todo lo bueno y bonito que
nos rodea es creación suya. Hoy no se reflexiona sobre esas cosas porque nuestra atención está puesta en aparatos
electrónicos y objetos materiales como: el móvil, la televisión, la radio… Que
evitan muchas veces que nos demos cuenta de muchas cosas importantes. Además,
nuestros pensamientos están enfocados a cómo conseguir más dinero, tener una
casa grande y bonita, buena ropa, un cuerpo perfecto… pero, está claro que
estas cosas no traen la felicidad, sino muchas veces lo contrario. Cuando
tienes dinero, quieres conseguir más, por muy grande y bonita que sea tu casa
siempre desearas una mejor y esta insatisfacción sólo trae infelicidad. En uno
de sus textos, menciona que él encontró tarde a Dios y a través suyo la paz,
ojalá, nosotros también la encontremos aunque sea tarde.
María Cengotitabengoa
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