lunes, 11 de noviembre de 2013

Agustín de Hipona



Agustín de Hipona o san Agustín o Aurelius Augustinus Hipponensis (Tagaste, 13 de noviembre de 354  Hippo Regius(también llamada Hipona), 28 de agosto de 430) es un santo, Padre y Doctor de la católica. El "Doctor de la Gracia" fue el máximo pensador del cristianismo del primer milenio y según Antonio Livi uno de los más grandes genios de la humanidad. Autor prolífico, dedicó gran parte de su vida a escribir sobre filosofía y teología siendo Confesiones y La Ciudad de Dios sus obras más destacadas. Agustín acusa al pelagianismo de no creer en el amor gratuito de Dios. La salvación para él no es un merecimiento del hombre por sus buenas obras sino pura gracia. Agustín también ataca al donatismo. Este no admite a los que en las persecuciones renegaron de la fe. Agustín aboga por la acogida y el perdón.
Mi opinión sobre Agustín es que aunque no conociese a Jesús en persona supo sentir lo que decía y también sentía el amor de la religión católica. Esto lo demuestra con los libros que escribió siendo el obispo de Hipona. Aun teniendo una juventud muy alocada pudo reflexionar y se dio cuenta que su camino era el camino de la religión.Para San Agustín el tema central de su filosofía es el alma y dios.Como fundamento básico es conocerse a sí mismo y a partir de allí elevarse a dios. Él sostenía un pensamiento: "Dios es mas intimo a mí que yo mismo". Decía esto por que era muy importante para el todo lo referente a Dios; y expresaba que Dios era todo para él.Al hablar sobre la verdad él aclara básicamente que la verdad no puede buscarse en el exterior del hombre, sino en su mismo interior de sí mismo.

En cambio Platón mencionaba: el alma humana es invisible, completamente diferente a la materia; es, por lo tanto espiritual, y su patria o sede del mundo de las ideas.Con una nueva alegoría ilustra Platón su concepción acerca de la constitución interna del alma humana. Es el mito de carro a lado, que se encuentra en el freído, y dice: cada alma es como un coche tirado por dos caballos y conducidos por una auriga. Tal vez el mejor modo de entender la filosofía platónica es colocarse en el plano del mundo de las ideas, pero empezando con el mito que el mismo utiliza para conducir a la mente humana hasta esa su central introducción de las ideas.

Pablo Landa

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