San
Agustín nació el 13 de noviembre del 354 en Tagaste, al norte de África. El
padre de Agustín, Patricio, era un hombre pagano violento pero que gracias al
ejemplo de Mónica, su esposa, se bautizó poco antes de morir.
Agustín
en su juventud se dejó arrastrar por los malos ejemplos y llevó una vida desenfrenada.
Mónica había enseñado a orar a su hijo desde niño, y le había educado en la fe,
pero no había logrado que creyera en el cristianismo y en la Iglesia Católica.
En
Milán empezó a asistir como alumno a las celebraciones del Obispo Ambrosio,
quedó admirado de sus oraciones y de su vida de fe. A los 33 años de edad, fue
bautizado en Milán por el Santo Obispo Ambrosio.
San
Agustín escribió más de cien títulos separados, entre los que se encuentra su
famosa autobiografía titulada Confesiones.
San
Agustín, bendecido Doctor de la Iglesia, murió el 28 de agosto de 430, a los 72
años de edad.
Este personaje me resulta interesante
porque a pesar de que tuvo unos malos años o una ‘mala’ infancia llena de malos
hábitos; pudo darle la vuelta a su vida llevándola a mejor. Para mí, es como un
ejemplo a seguir basándome en la esperanza y en los cambios que tuvo; es decir,
por muy mal que te vaya la vida no puedes perder la esperanza porque puedes
tener una oportunidad y aprovecharla para ir a mejor. Y no creo que sea una
cosa que pasase hace mas de mil quinientos años, creo que intentándolo y
trabajando puede seguir pasando.
Una de sus mayores motivaciones era
buscar la verdad, que refirió influencia, así como de Platón, de Aristóteles
(para explicar la distinción entre Dios y el resto), de la Biblia y de la fe
cristiana. Llegando a conclusiones como que Dios creó el mundo o que la verdad
existe. A pesar de todo él quería buscar la verdad porque de esa manera pensaba
que encontraría la felicidad, la cual se encontraba en el interior; después de
estar viviendo en Milán se marchó a África a buscarla orientádo por la
filosofía y por la religión, para ello escribe su obra Confesiones. Para Agustín la única verdad eterna era Dios, para eso
se basa en que toda verdad tiene que tener fundamento, pero que no puede estar
en las cosas creadas porque van cambiando así que llega a la idea de que para él
la verdad es Dios. ‘Los que no quieren
ser vencidos por la verdad, son vencidos por el error’, escribió.
También, escribió mucho sobre la existencia y la duda, y él
decía que si se dudaba se vivía.
En mi opinión su vida fue muy
complicada pero por lo que he leído creo que supo aprovechar las oportunidades
que le dio la vida para dar una vuelta por completo a su vida, y llevarla a
mejor. Eso me parece de alguien valiente, porque muchas veces aún estando en
una mala situación preferimos lo seguro a lo nuevo aunque pueda llegar a ser mejor,
como ocurrió en su caso. Su vida podría haber sido buena desde el principio,
pero quizás eligió un mal camino al que
luego supo volver. Pasó de la mala vida a una vida mejor. Por eso en algunas
ocasiones en sus obras puede llegar a tener un tono pesimista o satírico; por
ejemplo, ‘Siempre la mayor alegría es
precedida por la mayor pena’. Aprendió mucho como persona, escribió grandes
obras que incluso hoy en día son importantes, y llegó a nuevas conclusiones e
ideas que por aquel entonces nadie había tenido. Para mí un gran pensador.
Como ya he dicho antes, creó que con la
vida de Agustín aprendes a que la vida no va a ser siempre igual, y si estás
pasando por un mal momento te puede llegar una oportunidad y con esfuerzo
puedes cambiar de situación.
De todas las obras que escribió estas
son algunas de las frases que más me han llamado la atención:
El
que no tiene celos no está enamorado.
Da
lo que tienes para que merezcas recibir lo que te falta.
Casarse
esta bien. No casarse está mejor. No sé en qué sentido lo escribiría,
para mí está escrita con humor.
Fuera de la iglesia no hay salvación. Aquí queda el cambio brusco que sufrió,
pasó de no creer a ser uno de los mayores creyentes.
Los
que no quieren ser vencidos por la verdad, son vencidos por el error.
La
ignorancia es madre de la admiración.
Si nadie me pregunta lo sé, si trato
de explicarlo no lo sé.
En dónde no hay caridad no puede
haber justicia.
Si me equivoco existo.
Conócete. Acéptate. Supérate.
María Berroci
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