La violencia contra la mujer adopta formas
diversas, incluidos la violencia en el hogar; las violaciones; la trata de
mujeres y niñas; la prostitución forzada; la violencia en situaciones de
conflicto armado, como los asesinatos, las violaciones sistemáticas, la
esclavitud sexual y el embarazo forzado; los asesinatos por razones de honor;
la violencia por causa de la dote; el infanticidio femenino y la selección
prenatal del sexo del feto en favor de bebés masculinos; la mutilación genital
femenina y otras prácticas y tradiciones perjudiciales.
La
Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la
mujer demuestra el reconocimiento y la comprensión internacionales de que la
violencia contra la mujer es una violación de los derechos humanos y una forma
de discriminación contra la mujer.
En la Plataforma de Acción adoptada en la Cuarta Conferencia
Mundial sobre la Mujer,
celebrada en Beijing en 1995, se define la violencia contra la mujer como una
de las 12 esferas de especial preocupación que deben ser objeto de particular
hincapié por parte de los gobiernos, la comunidad internacional y la sociedad
civil.
Para mí la violencia de género, en especial
contra las mujeres, es un símbolo más de los que hay en el mundo del todavía existente
machismo. Es algo erradicable, más bien, que debería erradicarse, en los
momentos en los que vivimos no es raro oír en los medios de comunicación
noticias sobre este “fenómeno” el cual para mi parecer en el siglo 21 no
debería existir. Todavía nuestra sociedad es muy clasista, superficial y
machista, a las mujeres siempre se nos ha hecho de menos en la sociedad, aunque
ahora somos mucho más libres de lo que heramos antes y de lo que pueden serlo
otras mujeres en otros países o culturas, en las cuales están sometidas a los
hombres, pero tampoco creo que estemos muy lejos de eso, hace un siglo, el cual
se pasa muy rápido, todavía pasaba, y aún se sigue menos preciando la figura de
la mujer como tal, en el trabajo o en la casa, no hace falta ni siquiera llegar
a la violencia, simplemente el ver en la mayoría de los hogares, hoy en día,
las tareas del hogar, las hacen las mujeres, rara vez las hacen los hombres (me
siento orgullosa de saber que al menos hay hombres que si ayudan en las tareas
cotidianas del hogar).
Una mujer, no es menos que un hombre, no es signo
para menos preciar, todos somos personas, humanos, seres del mundo. Cada cual
elige su ideología, sus principios, y sus inclinaciones, pero las mías son
estas, no soy feminista, digamos que solo soy una chica que quiere un mundo de
igualdad y este tema para mi es uno de los mas polémicos que hay, soy una
persona de las que seguirá e intentara luchar por que no haya violencia contra
la mujer, no debería ser una noticia más, algo normal en el orden del día, es algo serio, que en pleno siglo 21 no debería ocurrir.
Marina Acosta Ruiz de Loizaga.
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