lunes, 19 de noviembre de 2012

San Ignacio de Loyola



 Ignacio de Loyola nació en Azpeitia el 24 de octubre de 1491 y murió en Roma el 31 de julio de 1556. Fue un un personaje religioso español. Fundó la Compañía de Jesús ,le declararon Santo por la Iglesia Católica. También fue militar español, poeta, y se convirtió en el primer general de la congregación fundada por él. Es  conocido por la versión latina de su nombre, Ignatius de Loyola. Íñigo es una variación vasca de Eneko y por él lo conocieron y trataron gran parte de su vida; él mismo, por decisión personal, lo cambió por el de Ignacio —Ignatius— latino, cuando se graduó de Magister. Al principio, ya en su época de santidad, firmaba sus cartas como «De bondad pobre, Íñigo». En 1537 aparece por vez primera el nombre de Ignacio en sus cartas, firmando en latín. Desde entonces, aparecen en sus escritos ambos nombres: cuando escribe y firma en castellano, usa «Íñigo», y cuando lo hace en latín o italiano, escribe «Ignacio» Algunas hipótesis apuntan a que el cambio de nombre fue debido a la devoción que Íñigo tenía a San Ignacio de Antioquía, pero no hay datos que puedan confirmarlo. Era el hijo menor de ocho hermanos. Su destino estaba claro: ser hombre de armas o dedicarse a Dios. Su niñez la pasó en el valle de Loyola, entre las villas de Azpeitia y Azcoitia, en compañía de sus hermanos y hermanas. Su educación debió ser marcada por las directrices del «duro mandoble» y del «fervor religioso. El año 1507 coincidiendo con la muerte de su madre, el Contador Mayor de Castilla, Juan Velázquez de Cuéllar, pide al Señor de Loyola que le mande un hijo suyo para tenerlo como propio. Entre los hermanos se decide mandar al menor, a Íñigo, que va a Arévalo, donde pasaría un mínimo de once años, hasta 1517, realizando frecuentes viajes a Valladolid y manteniéndose siempre muy cerca de la Corte, ya que su protector era Consejero Real, además de Contador. En 1517 Velázquez de Cuéllar cae en desgracia, al morir Fernando el Católico, y al año muere. Su viuda, María de Velasco, manda a Íñigo a servir al duque de Nájera, Antonio Manrique de Lara, que era virrey de Navarra, donde dio muestras de tener ingenio y prudencia, así como noble ánimo y libertad. Esto quedó reflejado en la pacificación de la sublevación de Nájera en la Guerra de las Comunidades de Castilla (15201522), así como en conflictos entre villas de Guipúzcoa, en los cuales destaca por su manejo de la situación. En 1512 las tropas castellanas conquistan el Reino de Navarra, En 1521 se produce una incursión de tropas franco-navarras procedentes de Baja Navarra en su intento de reconquista y expulsión del invasor, en las que participaban los hermanos de Francisco Javier. Al mismo tiempo se subleva la población de varias ciudades, incluida la de Pamplona. Iñigo, que lucha con el ejército castellano y se encuentra en Pamplona en mayo de ese año, cuando llegan las tropas franco-navarras, resiste en el castillo de la ciudad, que es asediado, arengando a sus soldados a una defensa que resultaba imposible.[] En el combate es alcanzado por una bala de cañón que pasa entre sus dos piernas, rompiéndole una e hiriéndole la otra. Eso ocurrió el 20 de mayo de 1521, lunes de Pentecostés. La recuperación es larga y dolorosa, y con resultado dudoso, al haberse soldado mal los huesos. Se decide volver a operar y cortarlo, soportando el dolor como una parte más de su condición de caballero. En el tiempo de convalecencia, lee los libros La vida de Cristo, del cartujo Ludolfo de Sajonia, y el Flos Sanctorum, que hacen mella en él. Bajo la influencia de esos libros, se replantea toda la vida y hace autocrítica de su vida como soldado. Este deseo se ve acrecentado por una visión de la Virgen con el Niño Jesús, que provoca la definitiva conversión del soldado en religioso. De allí sale con la convicción de viajar a Jerusalén con la tarea de la conversión de los no cristianos en Tierra Santa. En Barcelona se el 25 de marzo de 1522 cuelga su vestidura militar frente a la imagen de la Virgen y abandona el mismo con harapos y descalzo. De esa forma llega a Manresa, donde permanecerá por diez meses, ayudado por un grupo de mujeres creyentes, entre las cuales tiene fama de santidad. En este período vive en una cueva en donde medita y ayuna. De ahí nacen los Ejercicios espirituales en 1548 y son la base de la filosofía ignaciana. Estudia en Alcalá de Henares desde 1526 a 1527; vivió y trabajó en el Hospital de Antezana como enfermero y cocinero para los enfermos. Posteriormente, va a Salamanca, hablando a todos sobre sus ejercicios espirituales, cosa que no es bien vista por las autoridades y le acarrea algunos problemas, y lo llegan a encarcelar por algunos días. En vista de la falta de libertad para su plática en España, decide irse a París. Estudio en la Universidad de París donde estuvo siete años , estudiando educación teológica y literaria y tratando de difundir en los otros estudiantes sus ejercicios espirituales.
Opinión personal: Opino sobre este religioso que fue un gran hombre, dejo de ser militar para dedicar su vida a dios. A la religión pues su experiencia en Salamanca, después de que le dañaran las dos piernas, le enseño que siendo militar iba a dejar su vida a merced de lo que le pudiera deparar el futuro y de esta manera dedicándose a la religión pudo proteger su vida y crear fundaciones para que todo el mundo pudiera disfrutar de su hondo sentimiento religioso. También era un hombre culto, pues tubo estudios en la universidad de de Paris y encima mientras estudiaba seguía centrándose en la religión, intentado difundir en los demás estudiantes  sus ejercicios espirituales. Para mi a sido un gran placer hacer mi trabajo de religión sobre este gran, sabio y culto hombre religioso. 

Inés González de Garibay

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