Don Pedro Martínez de Luna: Cardenal y Papa.
Nació en un pequeño lugar de Aragón, llamado Illueca, en el año 1.328, Don Pedro Martínez de Luna, hijo de
Juan Martínez de Luna y de Doña María Pérez de Gotor.
Tras años y años de antepasados que brillaron en los
acontecimientos que habían sucedido en sus épocas, Don Pedro no era el mismo. Casi coincidiendo con su
nacimiento se iniciaba un período de profundos cambios: Se estaba construyendo
el mundo moderno, y para llevarlo a cabo se necesitaban personas capaces de
hacerlo.
Pedro Martínez de Luna primero fue un noble aragonés, después fue Cardenal del Sacro Colegio y, finalmente, fue
papa en la Obediencia de Aviñon, llamado Benedicto XIII.
La figura de Pedro Martínez de Luna alcanzó, sin duda, la
mayor presencia universal, no sólo entre todos los aragoneses de su tiempo,
sino prácticamente la totalidad de los que han vivido antes y después que él.
Fue elegido Papa, es decir, jefe del poder universal, por
excelencia, algo que ningún otro aragonés ha conseguido y menos de trescientas
personas de todas las nacidas después de Cristo.
Durante treinta años ejerció y defendió sus derechos, veinte
años más fue Cardenal de Aragón y como tal actuó en la Península y en Europa.
La universalidad de Don Pedro de Luna está unida a Aragón. Su
lugar de origen en Illueca , le sirvió de refugio en los momentos difíciles y
de base de lanzamiento hacia las elevadas metas. Pero también Aragón, se fundió con su espíritu indomable y con su
concepción política hasta el final de su aventura.
El cuerpo de Benedicto XIII, se pensaba que estaba en
Illueca, pero tras el fallecimiento de Benedicto XIII en el castillo de
Peñíscola, el cisma continuó cierto tiempo, porque Don Pedro de Luna antes de
morir creó cuatro cardenales que, tras su muerte decidiero elegir al papa de la
iglesia de Valencia, Gil Sanchez Muñoz, que tomó el nombre de Clemente VIII.
Unos años permaneció el cuerpo en el castillo de peñiscola
pero en el paso del tiempo Don Rodrigo, familar de los Luna, decidió trasladar
el cuerpo a la masion de los Luna en la villa de Illueca. Habilitando el salón
donde nació para que descansaran allí.
Mireía Alarcón
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