Biografía:
Enrique VIII nació en Londres el 28 de Junio de 1491y murió el 28 de Enero de 1547. Fue el 2º rey de Inglaterra de la casa Tudor tras la muerte de su padre Enrique VII en 1509, ejerció un poder absoluto, con gran inclinación bélica casi cruel y rompió con la Iglesia Católica Romana convirtiéndose en la cabeza de la Iglesia Anglicana.
Se casó con la viuda de su hermano, Catalina de Aragón, para mantener la alianza matrimonial entre España e Inglaterra, para lo que tuvo que conseguir una dispensa papal. A pesar de los siete embarazos de Catalina solo les sobrevivió una hija, María.
En los primeros años de su reinado participó en algunas alianzas europeas y hasta recibió el título de “Defensor de la fé” por sus ataques al luteranismo.
Enrique anunció su deseo de anular su matrimonio, el principal motivo era que Catalina no le había dado un heredero varón. Además, Enrique estaba enamorado de Ana Bolena, una joven y bella dama de honor de la reina. Sin embargo, el Papa Clemente VII no estaba de acuerdo en conceder la anulación.
Enrique procedió a romper sus lazos con el Papado, se casó en secreto con Ana Bolena, declarándose nulo el matrimonio con Catalina. Gracias a Thomas Cromwell, el Secretario de Estado de Inglaterra, el parlamento aprobó en 1534 el Acta de supremacía que convertía a Enrique en jefe supremo de la Iglesia inglesa. Los que se oponían eran torturados y ejecutados como Tomás Moro y Jhon Fisher a los que se acusó de alta traición y luego fueron beatificados por la Iglesia Católica.
Después de esto, Enrique fue inmediatamente excomulgado y hubo un periodo de gran agitación religiosa. El pueblo inglés tuvo que reconocer, bajo juramento, la supremacía de Enrique y la ley de sucesión.
Enrique empezó a perder el interés por Ana, con quien tuvo tan solo una hija que sobreviviera, Isabel, y ordenó su ejecución acusada de adulterio. Unos días después de la muerte de Ana se casó con Juana Seymour, quien murió de forma natural una semana después de dar a luz al único hijo legítimo de Enrique, Eduardo. Dos años después concertó su matrimonio con Ana de Clèves con el fin de establecer un lazo entre Inglaterra y los príncipes protestantes de Alemania. Unos meses después, debido al poco atractivo de Ana y dado que la alianza política con Alemania ya no le favorecía, Enrique se divorció de ella, y ese mismo año se casó con Catalina Howard que fue ejecutada en 1542 acusada de falta de castidad antes del matrimonio y por haber cometido adulterio. Al año siguiente Enrique se casó con su sexta esposa, Catalina Parr. No tuvo ningún hijo con sus tres últimas esposas.
Su sucesor fue su único hijo varón, Eduardo, que se convirtió en el primer monarca protestante de Inglaterra que murió a los pocos años debido a su frágil salud.
Opinión personal:
Enrique VIII fue un rey egoísta, duro y despiadado, que ejerció una monarquía autoritaria característica de la dinastía Tudor. Acostumbrado a conseguir todo lo que quería, si alguien se oponía a sus deseos o le molestaba lo ejecutaba, como hizo con los católicos fieles a Roma. Manipulaba las leyes en su beneficio y buscaba aliados y se separaba de ellos según le convenía.
Su preocupación por tener un hijo varón se entiende por la importancia que tenía en aquel momento de la historia inglesa asegurar la permanencia de la casa Tudor en la Corona.
Según estudios realizados este año Enrique tenía el síndrome de McLeod, que era una enfermedad genética que dificulta tener hijos sanos y aún más varones. Esto también explicaría porque a partir de los cuarenta sufrió una alteración del comportamiento incluso con signos de demencia.
Esta era una época de grandes transformaciones en Europa, ya que los países comenzaban a organizarse como naciones tratando de liberarse del control eclesiástico e incluso político que hasta entonces había tenido la Iglesia, y Enrique VIII lo hizo de una manera brusca y definitiva. En un principio se opuso al protestantismo para ganar apoyos entre la alta jerarquía de la Iglesia Católica pero cuando no aceptaron sus peticiones cortó los lazos con Roma.
Se autoproclamó jefe Supremo de la iglesia anglicana tan solo para poder anular sus matrimonios y casarse con quien quisiera sin tener que pedir permiso al Papa. Aunque justificó esta decisión por su interés en conseguir un heredero varón a la corona, su mayor objetivo era acumular todo el poder y apoderarse de los bienes del clero.
Teniendo en cuenta el momento histórico en el que le tocó vivir y los síntomas de su enfermedad son fáciles de entender muchas de sus decisiones.
Sergio Borrego
No hay comentarios:
Publicar un comentario